Muchos pacientes consideran el sangrado como “algo normal” durante el cepillado. ¡Error! El sangrado gingival es una clara señal de que algo no va bien en nuestra salud bucodental. Pero, ¿Por qué me sangran las encías y cómo evitarlo?
En la mayoría de casos los sangrados se producen de forma puntual y leve durante el cepillado, tras un pequeño golpe… La causa principal suele ser la falta de higiene bucodental, que provoca la acumulación de biofilm oral o placa bacteriana entre dientes y encías. Si el sangrado va acompañado de otros síntomas como el enrojecimiento de las encías o la inflamación, es probable que se trate de una enfermedad periodontal. Concretamente de la gingivitis, el primer estadio de la enfermedad periodontal que si no se trata a tiempo evoluciona a periodontitis. También conocida como piorrea, puede provocar la pérdida del diente afectado.
Existen una serie de factores que ayudan a la aparición de esta patología de encías, la gingivitis, estos factores van a ser aquellos que ayuden a la acumulación de la placa dental como:
- Restauraciones antiguas de composite o amalgama que estén en mal estado.
- Presencia de coronas dentales(fundas) que estén mal adaptadas o en mal estado.
- El acumulo de placa en forma calcificada: sarro.
- La presencia de tratamiento de ortodoncia fija.
- Si el paciente presente apiñamiento dental ya sea en forma severa o moderada.
- Ser usuario de prótesis dentales removibles parciales.
- Dientes con patología de caries.
- Sí se da empaquetamiento de alimentos entre los dientes muy usual si se ha consumido alimento de tipo fibrosos.
Pero además existen una serie de factores sistémicos, propios del organismo:
- Enfermedades de carácter inmunodepresor.
- Presencia de estrés.
- Estado de embarazo o el ciclo premenstrual.
- Diabetes que no esté controlada.
- Medicación como puede ser determinados anticonceptivos, antipilepticos, medicación para patología cardiaca.
- Una no adecuada alimentación, falta de vitamina C.
- O simplemente ser una herencia genética.