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Relacionados íntimamente con la prevención de caries de fosas y fisuras; generalmente en adolescentes y niños, nos encontramos con los sellantes dentales; los cuales adquieren vital importancia como barreras físicas que; aplicados sobre las superficies masticatorias de dientes posteriores previenen la formación de caries y la acumulación de placa bacteriana.
Además recientes estudios han demostrado que son capaces de detener la lesión de caries en sus fases más tempranas; siendo colocados de manera correcta sobre las superficies de los dientes posteriores se logra una protección del 100% de la estructura dentaria.
Un sellante debe permanecer adherido a la superficie del diente por largos períodos de tiempo y no presentar modificaciones estructurales; de lo contrario permitiría la acumulación de placa bacteriana que favorecería la desmineralización del esmalte dentario y la posterior formación de caries.
Los sellantes se pincelan sobre las superficies de los dientes y son catalogados como pequeñas películas plásticas que:
-Previenen la formación de caries y evitan la acumulación de placa bacteriana.
-Favorecen la higiene de dientes posteriores.
-Otorgan un mayor nivel de protección de las superficies masticatorias.
Los sellantes dentales son utilizados mayoritariamente en adolescentes y niños por presentar en muchos casos, un menor control sobre su higiene bucal pero eso no significa que los adultos no puedan acceder a este tipo de medidas preventivas, a cualquier edad, y siempre que el diente se encuentre sano, pueden colocarse sellantes dentales.
Por otra parte, el procedimiento de colocación es absolutamente indoloro y relativamente sencillo, no implica situaciones traumáticas ni de stress para el niño o adolescente.
Se limpia la zona a tratar, se coloca un ácido sobre las fosas y fisuras para asperezar el esmalte, luego se lava con abundante agua, se seca y se pincela el sellante que, al estar con una consistencia semilíquida, fluye sobre la superficie del diente asperezada y se polimeriza con una luz halógena que lo hace endurecer y adherirse sobre el diente.
Si el procedimiento es bien realizado, el sellante debería permanecer inalterable por un tiempo de 5-10 años. Si estas medidas preventivas se combinan con la aplicación de flúor, visitas periódicas al dentista y un adecuado control de la higiene oral y la placa bacteriana; la salud y bienestar del paciente están asegurados.
Como comentario final se debe especificar que los sellantes son muchos más baratos que cualquier tipo de restauración; y son una excelente medida preventiva.
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