El cepillo de dientes es la principal herramienta de nuestra higiene dental. Es por este motivo que es fundamental tenerlo limpio ya que su función principal es eliminar las bacterias que se acumulan en la boca manteniéndola libre de infecciones.
Como ya hemos comentado en nuestra página de Facebook; debemos cambiarlo cada 3 meses para garantizar que esté siempre en perfectas condiciones y cumpliendo sus funciones de forma óptima.
Es muy importante que esté limpio para asi evitar el contagio de cualquier enfermedad dental. Aprende a lograrlo gracias a estos consejos.
¿Cómo puedes mantener tu cepillo de dientes limpio?
Lávate las manos
Antes de cepillarte los dientes o utilizar hilo dental es muy importante lavarte bien las manos. En ellas es posible encontrar millones de bacterias, por ello manipular el cepillo de dientes con las manos limpias puede evitar que estos microorganismos sean transferidos a tu cepillo y lo contaminen.
Guarda tu cepillo correctamente
En muchas casas es habitual colocar el cepillo en un vaso junto con los del resto de la familia. Esto no tiene porqué causar problemas si los cepillos están suficientemente separados para que no se produzca una transferencia de bacterias entre ellos; por ello es muy importante que evites guardar muchos cepillos en un mismo vaso ya que el contagio; de esta manera, será mas fácil.
Limpia tu cepillo con agua después de cada uso
Cuando termines de cepillarte los dientes es muy importante que elimines cualquier resto de pasta de dientes de él. Para conseguirlo tan solo necesitas ponerlo bajo el grifo y lavarlo bien con agua tibia o caliente hasta que los restos desaparezcan. Cuando termines, colócalo en posición vertical y deja que se seque al aire.
No cubras tu cepillo de dientes
Es habitual que muchos cepillos incorporen un capuchón de plástico para taparlos. Su uso puede ser contraproducente ya que los ambientes húmedos propician el crecimiento de microorganismos. Si necesitas cubrir tu cepillo para evitar que este entre en contacto con otros, busca uno que tenga orificios o aberturas que permitan que el aire circule.
Si te pones enfermo, cambia tu cepillo cuando te cures
Muchas enfermedades se transmiten a través de los fluidos corporales por ello si te pones enfermo separa tu cepillo para evitar contagiar al resto de tu familia. Además; es recomendable cambiarlo cuando te cures para evitar que cualquier bacteria presente en el cepillo te haga enfermar de nuevo.