El sarro no sólo altera la imagen de nuestra sonrisa, sino que además puede poner en peligro nuestra salud bucodental. ¿Cuál es su origen y cómo eliminarlo?
La acumulación de sarro puede ser fatal para nuestros dientes. Pero, ¿De dónde sale? Se trata del resultado de la acumulación de biofilm oral o placa bacteriana. Hablamos de la sustancia blanca y pegajosa que se adhiere a los dientes, formada por restos de comida, bacterias de la cavidad bucodental… Si no la eliminamos mediante una buena higiene oral, se endurece y con el tiempo se convierte en sarro. Hasta este punto podríamos eliminarlo en casa potenciando la higiene, pero el sarro sólo se elimina con una limpieza dental profesional.
Existen diferentes tipos de sarro. El más común es el que es amarillento o marrón y visible en la superficie dental, que se conoce como supragingival. Pero hay otro tipo de sarro que surge por debajo de las encías, que se conoce como subgingival. Este tipo de sarro es mucho más peligroso, ya que resulta imperciptible y no somos conscientes de que existe hasta que provoca un problema mayor.
Cómo eliminar el sarro
El sarro es peligroso, porque favorece la proliferación de bacterias en la boca, el desarrollo de infecciones… Si no lo eliminamos, desarrollaremos gingivitis. La clave es saber detectar la formación de sarro en sus primeras fases. Si detectas las manchas amarillentas o marrones, no dudes en acudir a tu dentista de confianza. Mediante una limpieza dental profesional eliminaremos la acumulación de sarro entre los dientes y las encías. Una vez eliminado, es muy importante realizar una buena prevención para evitar el desarrollo de sarro.
¿Cómo conseguirlo? La clave está en mantener una buena rutina de higiene bucodental. Es decir, cepillarse los dientes después de cada comida y durante dos o tres minutos como mínimo. Pero el cepillado no es suficiente, por lo que se recomienda complementarlo con técnicas de higiene interproximal como el hilo dental y el enjuague bucal. Estas técnicas permiten eliminar los restos de placa para evitar que se acumulen en la línea de las encías. Para eliminar estos restos de forma más profunda también es aconsejable el uso del irrigador bucal.
Además es aconsejable usar la limpieza dental profesional no como un tratamiento curativo sino preventivo. Es decir, realizar una higiene bucal en la consulta puede ahorrarnos todos los problemas que conlleva en sarro, de forma menos dolorosa. Se recomienda realizar por lo menos una higiene dental al año y acudir a revisiones regulares al dentista para detectar a tiempo el desarrollo de sarro.